Dandelión
Una de las imágenes más características del viñedo en el litoral gallego es el viñedo en emparrado. Es habitual encontrárnoslos en la entrada de las casas, en los terrenos, a veces sólo bordeando la finca, otras cubriendo por completo el suelo. Algunos a bastante altura, otros tan bajos que no es posible caminar erguido bajo ellos. En concreto, en Rías Baixas el emparrado tradicional se hacía con postes de granito, así es como lo vemos en las fincas más antiguas. Las uvas que darán lugar a este albariño 100%, proceden de 15 parcelas donde las cepas se cultivan en esta modalidad, y oscilan entre los 25 y los 45 años de edad. Están ubicadas en los ayuntamientos de Meaño, Cambados, Ribadumia, Meis y Barro.
Cuando llega el momento de la vendimia, se hace una selección manual en el viñedo para luego, en bodega, hacer un prensado suave del racimo completo. La fermentación es espontánea sin desfangado y a temperatura controlada. El siguiente mes se realiza un batonnage semanal y pasa otros 7 meses en depósitos de inox. en contacto con sus lías finas. No se estabiliza ni se clarifica.
Al descorcharlo...
A la vista
presenta un color amarillo pálido.
En nariz
encontramos notas cítricas y dulzonas, con especial recuerdos a frutas de hueso.
En boca
se revela fresco, a la par que envolvente, con un final largo y agradable.
Maridaje
Dandelión es ideal para acompañar pescados blancos, marisco, pasta e infinidad de platos de origen mediterráneo. La temperatura adecuada para degustar este blanco en todo su esplendor es entre 7º C y 10º C.
Bodega Nanclares y Prieto
Alberto Nanclares y Silvia Prieto son las personas que están detrás de este proyecto donde todo se centra en el respeto máximo al terroir. Todo comienza en 1992, cuando Alberto Nanclares deja Madrid y se traslada a vivir a la parroquia de Castrelo, a escasos kilómetros de la archiconocida capital del albariño: Cambados. En su nuevo hogar, poco a poco comienza a trabajar el bonito viñedo que rodea su casa. En 1997 compra material de bodega y transforma el garaje en el templo de sus vinos. De hecho, ese mismo año elabora su primer albariño. Aún pasarían unos años antes de que, tras comprar algunos viñedos más, Alberto se convirtiera oficialmente en viticultor y bodeguero. La demanda de sus vinos aumenta y ya son conocidos al otro lado del Atlántico. Por su parte, Silvia Prieto llega en 2015 para quedarse. Ambos se reparten el trabajo en viñedo, bodega y en la parte comercial. Silvia será encargada de darle continuidad al proyecto cuando Alberto se jubile.
Es muy común encontrarlos a ambos en diferentes eventos del mundo del vino, así que si te encuentras con ellos, no dudes en acercarte a conocer sus elaboraciones, sinceras con el terruño y expresivas en la personalidad de las variedades con las que se elaboran sus vinos, así como con el carácter de las personas que están detrás de esta bodega.
Dandelión es para ti si…
echas de menos Galicia. Un sorbo de este vino te teletransportará directamente a un atardecer en la ría de Arousa, en cuestión de décimas de segundos.