A Costiña
Frescura sorprendente y elegancia mineral, que solo puede provenir de los suelos mágicos de Valdeorras pero no es lo único que vas a encontrar en este vino elaborado. Pues su mayor aportación reside en su materia prima: 100% uva brancellao. La brancellao es una variedad que pasó de ser la más extendida en Valdeorras a prácticamente desaparecer a finales del siglo XIX, debido a su sensibilidad ante plagas como el oidio o la filoxera. Su recuperación está siendo lenta, pero gracias al empeño de Alán de Val, bodega pionera en recuperar y producir vinos con esta varietal, como este tinto A Costiña 100% brancellao, podemos ser optimistas con su resurgir.
Este elegante vino toma el nombre de la finca de la que procede este parcelario, la cual se encuentra en la ladera de una montaña pizarrosa con orientación sur, lo que permite a esta variedad, en ocasiones frágil y delicada, encontrar las mejores condiciones para revelar todo su potencial. A Costiña ha envejecido en barricas de roble francés durante 18 - 20 meses y su producción es muy limitada, con botellas numeradas.
A la vista
A Costiña presenta un color rojo intenso.
En nariz
La intensidad de su color continua en la nariz. Además, se descubre dulce, y con recuerdo de mermelada que da paso luego a regaliz y a hierbas de monte. Aromas que te trasladan a los caminos que bordean el viñedo.
En boca
Destaca su frescura y su elegancia. Es pura seda, una acidez correcta y un tanino domado por el buen trabajo con la madera en la crianza. El final es largo, donde aparece de nuevo la fruta compotada sobre un fondo mineral.
Maridaje
A la hora de pensar con qué platos podríamos combinar esta postal embotellada de los suelos de Valdeorras, hay multitud de posibilidades, pues A Costiña marida genial con asados al horno, aves de corral, embutidos, guisos de caza, parrilladas de carne, pulpo, quesos curados…. Recomendamos abrir la botella un tiempo antes y consumirlo a una temperatura de 16-18 ºC
Bodega Alán de Val
Hace casi 30 años que los hermanos Sánchez fundan Alán de Val en la tierra que les vio nacer y crecer. Desde su más tierna infancia los olores, sabores y trabajos en la bodega despiertan la curiosidad de los hermanos por el mundo del vino, y todo ello se materializa en 1993 con una primera elaboración de apenas 700 botellas. Un vino que nace de la tradición, puesto que los hermanos provienen de una familia de larga vinculación a la viticultura, como viveristas en la zona desde la apocalíptica entrada en escena de la filoxera.
Entre los valores de la bodega Alan de Val está la recuperación de varietales tradicionales o castes nobres, como se conocen a la brancellao, caiño y sousón. Y han apostado por elaboraciones parcelarias teniendo en cuenta la magia de los suelos de Valdeorras. Desde 2006 cuentan con una nueva bodega ubicada en el icónico viñedo de Pedrazáis, el cual por su ubicación privilegiada disfruta de unas vistas embriagadoras sobre el valle. Vistas de las que es posible disfrutar con una copa de vino en las visitas de enoturismo.
A Costiña es para ti si…
Buscas un vino de paladar fino y elegante, y a la vez explorar la riqueza líquida de los vinos elaborados con variedades tradicionales de Galicia.