Alan de Val Escada Selección Lembranzas

Escada Lembranzas

Escada Lembranzas es uno de esos pocos vinos que elige su nombre. Hace ya un tiempo, un amigo visitó Alán de Val y al probar uno de sus vinos, este le transportó sensitivamente al pasado. Al probar esta garnacha tintorera regresaron vívidos los recuerdos y sensaciones de cuando, 4 décadas atrás, tomaba los vinos elaborados en Valdeorras por un amigo suyo. Dicho amigo suyo resultó ser el antiguo propietario del viñedo que hoy posee y cuida Alán de Val y del cual también procedía ese vino que nuestro amigo recordaba tan vívidamente.

Alguien fue capaz de reconocer las mismas viñas 40 años más tarde, a través del vino en un encuentro fortuito. Como quien se encuentra por la calle con un antiguo compañero del colegio y aún, a pesar del tiempo, es capaz de reconocerlo con una mirada. En este caso, ello se consigue con un sorbo. De ahí que el nombre de este vino no podía ser otro que Lembranzas (recuerdos).

Este vino, de producción limitadísima, se elabora siguiendo los métodos tradicionales y cuenta con una crianza compleja, de 15 meses en barricas de roble francés de diferentes tipos y tostados para obtener un vino con una evolución y una larga vida por delante. Sí, estás ante un vino perfecto para hacerte con una botella para beber y otra para guardar.

A la vista

Escada Lembranzas presenta un atractivo color rojo púrpura, intenso y brillante.

En nariz

Es muy aromático. Aparecen notas de grosellas confitadas, arándanos maduros y sutiles tostados, es muy goloso y con un toque a violetas sobre un fondo balsámico.

En boca

La entrada es cálida y untuosa, resulta amplio y sedoso pero sin perder su estructura y potencia. Todos los aromas principales se concentran en boca y el final es largo y complejo.

Maridaje

Esta garnacha tintorera seleccionada va muy bien con quesos curados y semicurados, asados al horno, aves de corral, embutidos, guisos de caza, parrilladas de carne o incluso con pulpo a feira. Recomendamos decantar y servirlo a unos 15º C.

Bodega Alán de Val

Hace casi 30 años que los hermanos Sánchez fundan Alán de Val en la tierra que les vio nacer y crecer. Desde su más tierna infancia los olores, sabores y trabajos en la bodega despiertan la curiosidad de los hermanos por el mundo del vino, y todo ello se materializa en 1993 con una primera elaboración de apenas 700 botellas. Un vino que nace de la tradición, puesto que los hermanos provienen de una familia de larga vinculación a la viticultura, como viveristas en la zona desde la apocalíptica entrada en escena de la filoxera.

Entre los valores de la bodega Alan de Val está la recuperación de varietales tradicionales o castes nobres, como se conocen a la brancellao, caiño y sousón. Y han apostado por elaboraciones parcelarias teniendo en cuenta la magia de los suelos de Valdeorras. Desde 2006 cuentan con una nueva bodega ubicada en el icónico viñedo de Pedrazáis, el cual por su ubicación privilegiada disfruta de unas vistas embriagadoras sobre el valle. Vistas de las que es posible disfrutar con una copa de vino en las visitas de enoturismo.

Escada Selección Lembranzas de Alán de Val es para ti si…

Quieres descubrir a qué saben los recuerdos.